Ahora que ya han pasado definitivamente las fiestas navideñas, las comidas que se juntaban con las cenas y daban ardor hasta el desayuno, y vuelta a empezar con el roscón de la mañana que traen los Reyes Magos, con mucha nata y crema pastelera, vienen los objetivos para este nuevo año. ¿Qué nos vamos a marcar para empezar bien el año y acabarlo aún mejor?

Como nos gustan los grandes clásicos, vamos a empezar con el clasicazo por excelencia en estas fechas: más ejercicio, sobre todo para bajar esos kilos de más que disimulamos con los jersey grandes de lana pero que nos persiguen a todas partes. El gimnasio no es lo nuestro, somos más de respirar aire puro mientras nos ejercitamos para que nos dé un poco el aire y sea más llevadero. Caminar entre las montañas de la Val d’Aran todo lo que nuestra agenda lo permita, y un poco más. La lista de beneficios para la salud que aporta caminar con frecuencia es bastante amplia:

– Previene problemas óseos y cardíacos.
– Ayuda a mantener el peso ideal.
– Ayuda a prevenir la diabetes.
– Ahorro de gastos de gimnasio.
– Atenua el dolor de la fibromialgia.
– Ayuda a desarrollar la creatividad.
– Genera felicidad y tranquilidad en las personas.
– Mejora la vida sexual.

Otro de nuestros objetivos para este 2017 es recopilar el mayor número posible de bicicletas para mandar a Palmarín (Senegal) en el proyecto de Bicicletas Sin Fronteras con el que colaboramos desde el pasado verano como punto oficial de recogida de bicicletas. Bicicletas para la Educación en Palmarín ayuda a cientos de jóvenes para que puedan acudir a la escuela. ¿Nos ayudas con este objetivo?

Y el último de nuestros objetivos para este año es conseguir más tiempo. Este año queremos mucho TIEMPO, lejos del ordenador, el tráfico y el molesto ruido urbano, para compartirlo con todos vosotros haciendo lo que más nos gusta, y coleccionar así un montón de nuevos momentos que sean inolvidables.
Más tiempo para: levantarse temprano en una Bordeta al son de los copos de nieve cayendo sobre la hierba. Mientras nos hacemos el café, abrimos el mapa de la Val d’Aran ¿Qué pueblo queremos descubrir?  Aquellos que estén lejos del bullicio, aquellos en los que se respira calma y están rodeados de un paisaje singular. Nos vamos a hacer la ruta de los 7 pueblos por Es Bordes, Arró, Arres de Sus, Vilamòs, Begós, Benós y Es Bòrdes.

Nos calzamos las raquetas fuera del bungalow y salimos en busca del Camino Real, al cual tenemos acceso desde el mismo camping. Nos dirigimos hacia el pueblo de Es Bordes. Una vez llegados al corazón del pueblo, tenemos que bajar hasta la carretera para acceder a un pequeño camino que sale desde la misma nacional dirección a Arró. A través de un bosque lleno de avellanos, descubrimos el pueblo de Arró. Un pequeño pueblo que conserva todo el espíritu de antaño de la Val d’Aran en cuál viven no más de 20 personas. Si la forma física es buena, podéis subir hasta Arres de Sus, pero si la nieve dificulta el camino y los mazapanes navideños todavía pesan, la mejor decisión es dirigirse hacia el pueblo de Vilamòs en el que además de disfrutar de una de las mejores panorámicas de la Val d’Aran también podéis visitar el Ecomuseo Çò de Joanchiquet que representa el prototipo de casa tradicional aranesa. El horario de invierno del museo es: de 11h a 14h y de 16h a 18h. Una vez visitado el ecomuseo y ya con la tripa quejumbrosa de hambre, podéis iniciar el descenso de nuevo hasta el camping a través del camino que se dirige hacia los pueblos de Benós y Begós y finalmente llegar hasta Es Bordes, para tomar de nuevo el Camino real hasta llegar al camping.

Si os habéis quedado fríos  y sin fuerzas, no hay nada mejor que tomarse una buena sopita caliente o un buen chuletón y relajarse el sofá de la Bordeta viendo nevar. Pero si eres de los que cuando está de vacaciones no cocina, la mejor forma de pasar el frío es comiendo la mejor olha aranesa de la mano del chef Tous, en el restaurante Eth Corner, en Vielha.