Después de cuatro, cinco o incluso ocho horas de viaje pensando en paz y tranquilidad, llegáis a la Vida Verneda con las ventanas del coche bajadas y ya respirando aire fresco. Después del check in, comienza la odisea de montar la tienda de campaña o la caravana en familia para tener el chiringuito listo para las vacaciones perfectas en la montaña.
Bajáis a la zona de acampada a escoger la parcela que más se adapte a vuestras necesidades y, por supuesto, siempre contáis con nuestra ayuda, aunque la mayoría sois expertos. Una vez elegido el lugar, hay que empezar a sacar todos los cachivaches del coche o de la caravana, que si la tienda, que si el toldo, que si las piquetas, el avancé… Mientras vosotros, papis y mamis, creáis vuestro espacio en el que pasaréis vuestras mejores vacaciones, los niños, ya despiertos del viaje, empiezan a recorrer el camping arriba y abajo, cogen las bicis, ojean la piscina salada rodeada de montañas y árboles, hacen amigos (porque así son los niños, en menos de un día, ya tienen mejores amigos) y se les olvida las cinco u ocho horas de viaje que han pasado preguntando si faltaba mucho para llegar.
Mientras ellos corretean por el camping, vosotros ya lo tenéis casi todo listo, caravana montada, avancé con la cocina, camas hechas…¡Todo en su sitio! Cae la tarde, llega la noche y la primera cena en el camping. Muchos de vosotros necesitáis un respiro así que preferís venir a comer al restaurante. Los más activos y valientes, os atrevéis a hacer una tortilla de patatas e iros a dormir temprano para poder despertar en vuestro primer día de vacaciones a lo Vida Verneda.
El primer rayo de luz entra por la pequeña ventana de la tienda o caravana, cantan los pajaritos, parece que fuera refresca. Son las 10 de la mañana pero el sol brilla imponente por encima de las montañas aranesas. Cuando decides salir de tu tienda de campaña o caravana piensas: “¿Para qué me voy a calzar si tengo este césped para pisar?” No hay nada mejor que pisar la hierba mojada por el rocío de la mañana, ir a comprar el pan en el pequeño supermercado del camping y, mientras llegas a tu parcela, ves cómo los niños se desperezan y salen de la caravana con ganas recorrer el camping de punta a punta. Preparas el desayuno para todos, sin prisas, sin gritos, sin colegio y sin trabajo, sin obligaciones… ¡Estamos de vacaciones!
Mientras preparas el café o el té, los niños se visten y empezáis a planear vuestro primer día de vacaciones rodeados de naturaleza. ¿Excursión guiada ofrecida por el camping o descanso en las tumbonas? ¿Paseíto por los pueblos araneses cercanos al camping o una buena siesta en la parcela mientras los niños están en las actividades infantiles? ¿Paella en la parcela con los vecinos de la zona o ir en busca de un restaurante que ofrezca comida tradicional aranesa? Éstas son sólo algunas de las pocas preocupaciones que tenéis en vacaciones.
Seas de lo que seas, te proponemos venir a practicar la #VidaVerneda y verás como tus vacaciones se convierten en unas vacaciones de ensueño en uno de los parajes más bonitos de los Pirineos.
¡Vacaciones a lo #VidaVerneda!